lunes, 7 de octubre de 2013

Descubriendo un nuevo mundo

Cuando estaba en la universidad, particularmente en  mi facultad, ser programador era cosa que no muchos ostentaban pues era muy difícil “ordenarle” a la PC realizar algún trabajo determinado. Mientras mis compañeros de bachillerato se esforzaban por lograr compilar su código, el mío era optimizado y listo para compartir.

Vale la pena recalcar que no siempre funcionaba al 100%, siempre había un “chiche” que se escapaba. Pasaba horas de horas programando en java los algoritmos que mi maestro Dilon dejaba para la casa. El modo como lo decía tenía un efecto que me hacía tener mucha curiosidad por cómo se hacían, muchas veces me estancaba en un problema por 3, 4, 5 horas, incluso recuerdo que muchas veces me tenía que ir a dormir para luego regresar “con nuevas ideas”.

Recuerdo los típicos problemas al iniciar: Falta de un “;”, el programa no funcione por no poner el System.out.println() correctamente (en realidad si funcionaba),errores de objetos vacíos por doquier, etc.
Hacia ese entonces yo jugaba mucho al Counter-strike y al Dota, si lo acepto, intenté alguna vez editar su fuente o hacer algo similar, pero fue un intento totalmente fallido. A lo mucho que llegue en ese entonces fue a crear un jueguito 2D en java al estilo “Space Invaders” y con eso me bastó.

Poco a poco me di cuenta, que mis amigos cada vez que me llamaban para jugar una partida (Nos reuníamos por las famosas conversaciones grupales en el difunto ya Messenger las cuales duraban 2 horas de chacota antes de 1 partida) yo siempre estaba programando y echando nuevas líneas de código, incluso los hacía esperar para que me salga la función de turno.

Dicen que el que hace lo que le gusta y ama, nunca tendrá que trabajar.

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